Los inhibidores químicos de la GNS pueden emplear diversas estrategias para alterar la función normal de esta enzima lisosomal. El cloruro de manganeso (II) actúa alterando el equilibrio de iones metálicos que es esencial para la actividad catalítica de la GNS, interrumpiendo eficazmente la biosíntesis de glucosaminoglicanos en la que la GNS desempeña un papel crítico. De forma similar, el tetratiomolibdato de amonio forma complejos con el cobre, un cofactor necesario para la actividad enzimática de muchas enzimas lisosomales, incluida la GNS, inhibiendo así su función. El disulfuro de tetraetiltiuram, conocido por inhibir las aldehído deshidrogenasas, puede extender sus efectos inhibidores a la GNS alterando el estado redox celular que influye en la actividad enzimática de la GNS. La genisteína, un inhibidor de la tirosina quinasa, puede inhibir la GNS interfiriendo en los procesos de fosforilación, que son cruciales para la activación de las proteínas que interactúan con la GNS, obstaculizando así indirectamente su función en el lisosoma.
Además, la castanospermina y la swainsonina, que son inhibidores de la glucosidasa y la mannosidasa II respectivamente, perjudican la glicosilación y el procesamiento de las glicoproteínas. Dado que estos procesos son esenciales para la función y maduración de las enzimas lisosomales, la actividad del GNS se ve inhibida en consecuencia. La concavalina A, al unirse a los residuos de glucosa y manosa, puede inhibir la GNS al interrumpir el procesamiento de proteínas en el retículo endoplásmico y el aparato de Golgi, lo que afecta al transporte y la función de las enzimas dentro de los lisosomas. Tanto la bafilomicina A1 como la cloroquina elevan el pH dentro de los lisosomas; dado que el GNS requiere un entorno ácido para su actividad, su función se inhibe en estas condiciones. La metil-β-ciclodextrina altera la homeostasis del colesterol en las membranas celulares, lo que puede perjudicar indirectamente la actividad del GNS al alterar la composición de la membrana y el entorno en el que las enzimas lisosomales son activas. Por último, los inhibidores de la proteasa como la leupeptina y el E-64 se dirigen a la activación proteolítica de las enzimas lisosomales. Al impedir la activación de estas enzimas, que pueden trabajar en tándem o son necesarias para la plena función de la GNS, estos inhibidores pueden reducir indirectamente la actividad de la GNS dentro de los lisosomas.
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| Nombre del producto | NÚMERO DE CAS # | Número de catálogo | Cantidad | Precio | MENCIONES | Clasificación |
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Leupeptin hemisulfate | 103476-89-7 | sc-295358 sc-295358A sc-295358D sc-295358E sc-295358B sc-295358C | 5 mg 25 mg 50 mg 100 mg 500 mg 10 mg | $72.00 $145.00 $265.00 $489.00 $1399.00 $99.00 | 19 | |
La leupeptina es un inhibidor de la proteasa que puede inhibir la GNS impidiendo la activación proteolítica de las enzimas lisosomales que trabajan conjuntamente con la GNS. | ||||||
E-64 | 66701-25-5 | sc-201276 sc-201276A sc-201276B | 5 mg 25 mg 250 mg | $275.00 $928.00 $1543.00 | 14 | |
E-64 es un inhibidor irreversible de la cisteína proteasa que puede inhibir la GNS mediante la inhibición de las proteasas que activan las enzimas lisosomales, que pueden actuar de forma sinérgica con la GNS. | ||||||