La hormona estimulante del tiroides (TSH), también conocida como tirotropina, es una hormona esencial producida por la hipófisis, que desempeña un papel fundamental en la gestión del metabolismo corporal, la generación de energía y el equilibrio hormonal general. La TSH estimula la glándula tiroides para que produzca y segregue hormonas tiroideas, principalmente tiroxina (T4) y triyodotironina (T3), que son vitales para numerosos procesos fisiológicos. La síntesis y liberación de TSH están estrechamente controladas por el hipotálamo a través de la hormona liberadora de tirotropina (TRH), y está sujeta a un bucle de retroalimentación clásico en el que los niveles elevados de hormonas tiroideas inhiben la liberación de TSH. No obstante, diversos compuestos químicos no peptídicos y no proteicos también pueden afectar a los niveles de expresión de esta hormona, actuando como posibles activadores de la expresión de TSH. Estas sustancias químicas pueden interactuar con el eje tiroideo a distintos niveles, como el hipotálamo, la hipófisis o directamente en la glándula tiroides, y cada una de ellas puede desencadenar un aumento de la expresión de TSH a través de sus propios mecanismos.
Se ha estudiado la influencia de determinados elementos y compuestos en el sistema endocrino, especialmente en la expresión de TSH. Por ejemplo, la carencia de yodo, un componente esencial en la síntesis de las hormonas tiroideas, puede provocar un aumento de la expresión de la TSH, ya que el organismo trata de compensar el déficit de producción hormonal. A la inversa, un exceso de yodo también puede estimular la expresión de TSH debido a un mecanismo diseñado para evitar la sobreproducción de hormonas tiroideas. Los metales pesados como el plomo, el cadmio y el mercurio, a pesar de ser contaminantes ambientales, son conocidos por inducir la expresión de TSH, ya que pueden alterar la síntesis y el metabolismo de las hormonas tiroideas, desencadenando un aumento compensatorio de TSH. Otras sustancias químicas, como el perclorato y el tiocianato, también pueden provocar un aumento de la expresión de TSH al inhibir la captación de yoduro en la glándula tiroides, lo que hace necesaria una mayor respuesta hipofisaria. Del mismo modo, se ha informado de que las sustancias químicas que alteran el sistema endocrino, como los bifenilos policlorados (PCB) y el bisfenol A (BPA), elevan los niveles de TSH al interferir con los circuitos de retroalimentación hormonal e imitar o bloquear la acción de las hormonas que regulan la función tiroidea. Estos activadores de la expresión de TSH, aunque de estructura y origen diversos, comparten la consecuencia común de alterar el control homeostático normal de los niveles de hormonas tiroideas y estimular así la hipófisis para que segregue más TSH.
| Nombre del producto | NÚMERO DE CAS # | Número de catálogo | Cantidad | Precio | MENCIONES | Clasificación |
|---|---|---|---|---|---|---|
Lithium | 7439-93-2 | sc-252954 | 50 g | $214.00 | ||
La administración de litio puede provocar un aumento de la secreción de TSH al alterar el metabolismo del yodo intratiroideo, estimulando así a la hipófisis para que libere más TSH. | ||||||
Lead | 7439-92-1 | sc-250236 | 2 kg | $102.00 | ||
La exposición crónica al plomo puede provocar una elevación de los niveles de TSH, ya que puede interferir en el metabolismo y la fijación de la hormona tiroidea en el torrente sanguíneo. | ||||||
Arsenic sponge | 7440-38-2 | sc-278710 | 25 g | $236.00 | ||
La exposición al arsénico puede inducir la expresión de TSH al alterar el eje hipotalámico-hipofisario-tiroideo, lo que conduce a un aumento compensatorio de TSH para estimular la tiroides. | ||||||
Bisphenol A | 80-05-7 | sc-391751 sc-391751A | 100 mg 10 g | $300.00 $490.00 | 5 | |
La exposición al BPA puede provocar una elevación de la producción de TSH debido a su capacidad para imitar o interferir en la acción del estrógeno, que desempeña un papel en la regulación de la función hipofisaria y la liberación de hormonas. | ||||||